lunes, marzo 13, 2006

El valor comercial de la nostalgia

Quizás por qué la nostalgia vende. Tal vez porque nos remite a la época de té y pan con cebolla frita frente a la tele blanco y negro. La que era de carcasa roja y que el Mundial de Italia provocó que fuese desplazada por una a color de 14 pulgadas.

Vende porque hubo un tiempo en el que el culto a Mazinger Z se cultivó en los cuadernos cuadriculados de 80 páginas. De esos que llevaban dos corchetes en el lomo en vez de espirales plastificados y en cuyas tapas blandas había inocentes y cursis fotografías de paisajes y animalitos, en vez de tapas duras con rock star. Y hoy usted puede comprar vía e-comerce la polera, el poster en edición de lujo, el muñeco… Lo que quiera. Mientras bebe café express con crema y sin azúcar y come galletas de soda untadas con mermelada orgánica libre de preservantes químicos.

Vende porque hubo un tiempo en el que reinó en la pantalla chica Sankuokai. Predecesores de los Power Rangers, tal vez; si es que los gringos vieron esta antes de Ultra Man. Si es que quedaron igual de locos que nosotros en aquellos años con esas actuaciones menos que penosas y esos efectos (no) especiales. Afortunadamente ya está en vitrina la colección de 5 DVDs en la que viene la serie completa y los siempre bien venidos extras. Pensar que vale casi lo mismo que un reproductor de DVD.

Vende porque hubo un tiempo en que los equipos de música eran tres-en-uno. ¿Te acuerdas? Y le lleva su radio, le lleva toca casete y le lleva toca discos… ¿Reproductor de Compact Disc? ¿Perdón?... Ninguna buena oportunidad de negocios es dejada pasar afortunadamente. Así si usted gusta puede comprar la torna-mesa y el vinilo; este último en venta en ferias de cosas viejas, las ferias de las pulgas que le llaman, además de lo que quiera en Amazon. Con poco menos de lo que vale una buena montain bicke se hace su pequeña colección… Escuchar los vinilos originales de Mötor Head y el Kill'em All.

Hubo un tiempo de hermanas mayores que le restaron un cuaderno a las asignaturas y lo ofrendaron al culto de Los Pecos. Y le hicieron estrellitas de colores en la tapa blanda, lisa de color verde. Y se dieron maña para cubrir la marca del fabricante. Y ahí las hermanas mayores ensayaron la caligrafía más preciosista de sus vidas para arrojar las canciones a la eternidad… ¿Supieron? Los Pecos sacaron el 2005 Disco de Colección con varios cantantes latinos invitados.

Hubo un tiempo en que había que imaginarse cómo habrá sido el concierto de despedida en el Central Park mientras se escuchaba el casete doble. Cuando Simon & Garfunkel juntaron más gente que el Papa. Ese fue un tiempo de no decir nada y de cultivar el gusto por la música. Hasta ellos andan de gira ahora.

Por un clic y el número de su tarjeta de crédito se palpa ese otro tiempo. Cuando la izquierda chilena se rompía en lomo en las barricadas y escribía con fuego, sudor y lágrimas una de nuestras últimas tragedias del Siglo XX. El tiempo de hacer encuentros deportivos entre cursos del mismo colegio, para que tus compañeros pidan que te cambien al final del primer tiempo por malo pa' la pelota. El tiempo de volverse rápido a la casa y nada de quedarse parado en las esquinas ni conversar con extraños.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

hola soy cristian me alegro mucho que tengan un lugar en la web ya que yo viviendo en san carlos de bariloche argentina creo que conoci el paraiso pucura es un lugar digno de visitar ,me gustaria que publiquen algunas fotos . para los que lean este comentario no se olviden de visitar pucura que ban a encontrar el paraiso chaoo.

Anónimo dijo...

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