Hace un año atrás le pregunté a un amigo con quien conversaba a través de Messenger, qué era eso de los blogs. Me dijo que era como una onda nueva, que tenía que ver con una especie de diario electrónico personal que mantienes en Internet y que todo el mundo puede leer. Es extraño, no? Escribes un diario de vida para que medio mundo pueda hurgar en él?. No necesariamente. Puede ser una columna de opinión, si prefieres. O un espacio para hablar de lo que te interesa y en la perspectiva que quieras.
Así es que después de eso me tincó investigar el tema. Me pareció que algo nuevo estaba pasando en la Internet y quise saber en directo de qué se trataba. Obviamente tuve cuidado de mimetizarme en el ambiente y abrí una cuenta en uno de los servidores de moda en el asunto. A esto los antropólogos llaman investigación participante. Así fue como abrí Estación Total.
El nombre lo tomé de un instrumento de geomensura satelital. Sinceramente desconozco si es que todavía se fabrica, pero me consta que existía en el mercado a inicios de los ’90. Me tincó este nombre por la atracción que siento por los temas de ingeniería y sus posibles aplicaciones a modo de analogías con los temas sociales.
Y nada. Que aquí está Estación Total cumpliendo un año. Su primer año de vida en la blogósfera.
Para mí en este período los aprendizajes se han dado en dos planos. En el plano de la informática y en el plano del fenómeno social.
En lo que tiene que ver con la informática ha sido un aprendizaje apasionante sobre el manejo de softwares que me eran desconocidos a la fecha. Ufs!! Desde subir las primeras imágenes, que en aquellos meses había que hacerlo a través de dos programas que descargabas en tu computador –no como ahora, que la función está cargada en la interface de Blogger-; hasta configurar un RadioBlog; obviamente, pasando por la configuración en HTML que debes aprender a manejar para modificar los links y la Side Bar y todo eso.
Obviamente también no ha sido menor en este plano el aprendizaje que obtienes de la lectura de otros blogs dedicados casi de manera exclusiva al desarrollo de nuevos softwares. Lectura que me ha permitido estar más cerca de todo el debate en torno a y el desarrollo de, softwares libres.
Sin duda, en todo caso, para mí el aprendizaje más apasionante ha sido el del fenómeno social. Aprender a menejarse en los códigos de comunicación y de convivencia de la blogósfera. Aprender cuanta diversidad se puede manifestar de forma libre a través de este medio, incluida aquella no-diversidad que también ha venido a reclamar legítimamente su espacio en este campo de la Internet. Aprender a leer un texto tratando de capturar la intencionalidad del que escribe. En fin.
Este ha sido un año también dolorosamente marcado por la desaparición de nuestro joven amigo Carlos Millán en la madrugada del día primero de octubre de 2005, sin que hasta la fecha se sepa nada de su paradero.
A las pocas semanas de navegar entre los blogs alojados en Blogger, en Bitácoras y en Bloguines, tuve mi primer aprendizaje personal, el cual adopté como una certeza. La tesis de que este adelanto en la interactividad de la Internet permitirá socializar los debates, hacerlos masivos; y al mismo tiempo, el blog en tanto instrumento permite democratizar las voces que intervienen en el desarrollo del conocimiento hacia una soceidad de nuevo tipo en la que, en palabras del escritor chileno Guillermo Rodriguez, las relaciones entre los hombres estén inspiradas en la solidaridad, entes que en las necesidades de cada quien. Bien por eso. Bajo esta certeza camino hacia el segundo año de vida de Estación Total.
Fuente de la imagen: http://www.sieyin.com
