martes, septiembre 12, 2006

Otro 11 debiera ser posible

Con todo el previo aviso al que estamos acostumbrados, los desmanes del 11 de septiembre han vuelto a pasar por nuestro lado, tapando los ritos de rendición de honores a la memoria de luchadores sociales o privándonos de reflexionar de verdad sobre el derrotero transitado hasta ahora. El 11 nos volvió a golpear en la cara con su patética violencia bien a través de los medios de (des)información o bien porque usted tuvo la mala fortuna de acudir con toda su buena voluntad a alguno de los actos conmemorativos o bien porque simplemente a usted esta fecha no le vale un carajo y acudió al centro de la ciudad como si nada.

El 11 ha pasado a ser para los chilenos uno más de los ritos sociales que marcan las estaciones del año. La hora del debate tras las culpas de la tragedia que se desató en nuestro país hace 33 años. La hora de administrar nostalgias. La hora de los testimonios. La hora de sentarse al final de la jornada de trabajo frente a la pantalla de televisión para ver en pantalla de 29'' cuan grande es la cagá de este año. La hora de decir "es lo mismo de todos los años" y comenzar a prepararse para las fondas y las ramadas del 18.

Sin duda, en todo caso, el sello de la jornada es la bomba incendiaria lanzada contra el Palacio de La Moneda. Esa fue fea. Por más que se insista con tesis ladrilleras sobre el origen y significado del edificio, los chilenos la sienten muy propia; atentar contra La Moneda es como decir que Arturo Prat no saltó al abordaje del Huascar. Es de todos los chilenos, por más que la ocupen unos pocos.

Personalmente siempre he lamentado del 11 su carácter ritual. Sin obviar que es una fecha que marca una fractura en la vida de muchas miles de personas de nuestro país, me resulta penoso ese despliegue de medios que hace la izquierda chilena en esta fecha, colocando de manifiesto una capacidad operativa que no se le ve en todo el resto del año. Ojalá con la misma vehemencia con que nos lanzamos a conmemorar el 11, fuésemos capaces de volcarnos al trabajo comunitario. Digo, para salir de una vez de la marginalidad política y presentar al país una opción de poder real y viable… Cosa que no pasará en tanto sigamos siendo la izquierda testimonial.

En la edición de La Nación Domingo del domingo 10 de septiembre, el sociólogo chileno Tomás Moulian preguntado sobre el sentido que tendría conmemorar el atentado a Pinochet decía: "… Vivimos un cierto patetismo, pues hemos tenido muy poco éxito en ser escuchados por los sectores populares. Podemos tener razón en la crítica que le hacemos a la Concertación de combinar malamente democracia con un régimen neoliberal, pero nosotros no proponemos nada, no hemos sido capaces de proponer algo que los sectores populares sigan; entonces, nuestro fracaso es tan grande como el de ellos".

Ya va siendo hora de hacerse cargo.

sábado, septiembre 09, 2006

Chilenitos nucleares

Según la versión electrónica del diario La Tercera de hoy, el presidente del senado Eduardo Frei ha llamado al Gobierno a apurar los estudios en torno a la viabilidad de contar con energía nuclear en nuestro país. Una más del presidente de los mega-proyectos.

Las varias chambonadas de don Eduardo no le bastan. No le bastó con ser el responsable de la instalación de la represa que arruinó la biodiversidad del Alto Bio Bio. No le bastó con la construcción de varias decenas de caletas de pescadores artesanales en las costas chilenas, cuyos diseños de ingeniería no dieron cuenta de la diversidad cultural del sector ni tampoco (los mismos diseños de ingeniería) dieron perfecta cuenta de la normativa medioambiental vigente en la época. No le bastó con haber aprobado la instalación y colocado la primera piedra de la Planta de Celulosa Valdivia, con las pésimas consecuencias que su puesta en marcha tuvo para la biodiversidad de la región y la salud pública. No le bastó con haber firmado con Mennen un acuerdo energético que ha resultado ser una calamidad para la política interna de Chile y una piedra en el zapato en las relaciones que nuestro país sostiene con Argentina… Nada de eso es suficiente. Argumentando que debemos avanzar hacia nuestra autonomía energética nos señala en estos días que debemos apostar por la energía atómica.

Extraña la vehemencia de don Eduardo. Chile no cuenta con yacimientos de uranio ni con la tecnología para enriquecerlo. ¿Qué idea tendrá sobre "la autonomía energética"? El Estado de Chile no ha tenido capacidad de respuesta para desastres medioambientales como el incendio del Parque Nacional de Torres del Paine o la aniquilación de la biodiversidad del Santuario de la Naturaleza en Valdivia ¿Se supone que el mismo Estado será capaz de salvaguardar los intereses de las personas y castigar a los responsables frente a un eventual derrame nuclear?

Muy bien. Supongamos que a nadie le importa que los tantos millones que costarían estos estudios pudiesen ser mejor aprovechados en inversiones de políticas públicas –el gasto social que le llaman-. De ser así, tendríamos un mayor provecho si esa misma cantidad de dinero fuese reorientada hacia los fondos ya existentes que fomentan la innovación tecnológica y el desarrollo de nuevos productos. En este caso los dineros podrían ser orientados al fomento de la incorporación de nuevas formas de energía. Prácticamente es muy poco o casi nada lo que habría que inventar.

En otros países ya hay experiencias exitosas a escala de desarrollo local sobre aprovechamiento de bioenergía, de energía hidráulica y de energía eólica. Sería tan sencillo como fomentar que el know how técnico universitario de nuestro país implemente modelos que ya han demostrado eficiencia en otras latitudes.

Lectura recomendada: Rodrigo Pizarro "La verdad tras el recurso nuclear"
AQUI.

miércoles, septiembre 06, 2006

Que 14 años no es nada

Los sectores conservadores de nuestro país han rechazado de plano la idea de distribuir gratuitamente en consultorios la llamada “píldora del día después” a jóvenes embarazadas mayores de 14 años. Pero no tienen ninguna dificultad para establecer la misma edad como con discernimiento para enviarte a la carcel.

La Iglesia Católica en su permanente empeño hegemonizante nos señala con voz lastimera que se atenta contra la familia… ¿Cuál? ¿De quien? ¿La que vive dónde?... Eso no queda muy claro.

Por su parte los partidos de centro derecha y de extrema derecha reclaman el que los electores no han sido consultados; es decir “nadie preguntó a los padres”. Al mismo tiempo se insiste en lecturas teóricas y respetables investigaciones científicas, sobre las cualidades abortivas de la píldora del día después. Claro que se tiene el cuidado de no citar autores… Tal vez por lo mismo en medio del vértigo neo-conservador ha habido quien ha llegado a afirmar que la bendita píldora es cancerígena.

En este punto, bien podemos asumir la verdad de que nuevamente los sectores gobernantes se han farreado la oportunidad de celebrar un debate nacional sobre temas valóricos. Pero bueno, no es novedad en una sociedad desafortunadamente acostumbrada a hacerse la lesa con las escapadas de su clase política.

En lo personal lo que me incomoda de toda esta cuestión es que hace unos meses atrás los mismos actores políticos no tuvieron ninguna dificultad para legislar en orden a que la edad mínima de discernimiento para cometer un delito es los catorce años de edad. ¡Qué casualidad! Me parece recordar que era por las mismas fechas en que irrumpía en la escena nacional el movimiento secundario y era urgente criminalizar las demandas del sector.

El sentido de la oportunidad de los políticos de cuello y corbata...